Presidencia de la UE:
Los activistas Anti-globalización son Terroristas.

Jelle van Buuren 08.02.2002


El Estado Español quiere una red de coordinaciones de inteligencia en los Estados Miembros para intercambiar información sobre los activistas políticos.

La Unión Europea ha declarado repetidamente en los últimos meses que a los activistas anti-globalización no se les aplicaría la nueva legislación antiterrorista, o sea que la distinción entre activistas políticos y terroristas no sería confundida. Las nuevas propuestas desde el Estado Español, la actual Presidencia de la UE, sin embargo, muestran todo lo contrario.

Según el Estado Español, los Estados Miembros de la UE han notado 'un aumento gradual, en varias cumbres de la UE, de la violencia organizada por grupos extremistas radicales, aterrorizando claramente a la sociedad'. A los ojos del Estado Español, estas acciones de los activistas contra la globalización son, sin duda, actividades terroristas. Esto es el trabajo de una "débil red oculta detrás de varios frentes sociales", lo que para el Estado Español significa "organizaciones que sacan provecho de su situación legal para ayudar e incitar a la consecución de los objetivos de los grupos terroristas".

Según la propuesta española, "el radicalismo juvenil urbano violento está aumentando al ser usado como apoyo por grupos terroristas para lograr sus objetivos criminales". Por lo tanto el Estado Español quiere introducir un formato estándar para intercambiar información sobre estos "incidentes terroristas". Dicha información debe intercambiarse entre los Estados Miembro y la Europol. El Estado Español quiere usar la red BDL para el intercambio de información. Esta red pertenece al "Bureaux des liaisons'", la red de coordinaciones de inteligencia en los Estados Miembro.

El objetivo del intercambio es "ayudar a prevenir situaciones tales como las surgidas en las cumbres y otros eventos organizados por diferentes organizaciones internacionales", así como "el procesar el radicalismo joven urbano violento". El Grupo de Trabajo Europeo sobre Terrorismo, en el que participan expertos en la aplicación de la ley y agencias de inteligencia responsables de combatir el terrorismo de cada estado Miembro, estudia la propuesta española.

Después de los ataques del 11 de Septiembre en los Estados Unidos, la UE ha acordado una nueva legislación para combatir el terrorismo. La Unión introdujo una definición común de terrorismo y una orden europea de arresto. Grupos de defensa de las libertades civiles temían que estas propuestas criminalizarían el activismo político. Pero los ministros Europeos de Justicia han declarado una y otra vez que las nuevas medidas sólo iban dirigidas a los terroristas. El activismo político, incluso cuando se vuelve violento en las manifestaciones, no caería bajo el ámbito de las nuevas medidas.

La nueva propuesta española, sin embargo, es diferente. El activismo político y los "frentes sociales" son enlazados directamente con el terrorismo. La información tiene que ser intercambiada a través de los canales de inteligencia de la UE para procesar al activismo político. Es necesario resaltar que el Estado Español afirma que las organizaciones políticas están "ayudando e incitando a los grupos terroristas a conseguir sus objetivos". 'Ayudar e incitar' son hechos que son punibles bajo la nueva definición común de terrorismo de la Unión Europea.

El Estado Español tiene una visión muy específica de terrorismo. Durante la 1ª Conferencia Europea sobre Terrorismo en Madrid en enero del 2001, el entonces Ministro español de Interior, Jaime Mayor Oreja, declaró: 'Terrorismo no es sólo un grupo de comandos que actúan, sino que es un proyecto que intenta arraigarse en la sociedad, y en la lucha contra el terrorismo es también necesario luchar contra las estructuras sociales, económicas, políticas y también de comunicación que lo sustentan y alimentan. El Estado Español está actuando en esta línea. Muchas organizaciones, periódicos y emisoras de radio han sido prohibidas por decreto en los últimos cuatro años, sin que ninguno de estos casos se basara en una sentencia judicial.

En 17 Enero del 2001, la policía invadía una famosa 'okupa legalizada' en Ámsterdam y arrestó a Juan Ramón Rodríguez Fernández, buscado por la policía española en conexión con investigaciones sobre la organización independentista vasca ETA. Fernández es el cantante de KOP, una banda catalana, y es acusado por la policía española de tener enlaces con un comando de ETA que estuvo por Barcelona el último año. JuanRa es buscado por pasar información de grupos neonazis como CEDADE a ETA, aunque no se tiene noticia de que esta información haya sido utilizada para cometer daño alguno.


Fuente (como archivo PDF):
CONSEJO DE LA UNIÓN EUROPEA
Bruselas, 29 de enero del 2002
Grupo de Trabajo sobre Terrorsimo
Asunto: Presentación de una iniciativa presidencial para la introducción de un formato estándar para intercambiar información sobre incidentes terroristas.

Enlaces
Artículo-URL: http://www.telepolis.de/english/inhalt/te/11793/1.html.